IGLESIA DE SAN PABLO DE ÚBEDA

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Iglesia de San Pablo (ÚBEDA)

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lunes, 7 de diciembre de 2015

PREMIO DE POESÍA EN ARGAMASILLA DE ALBA

Junto al Sr. Alcalde de Argamasilla de Alba y al Presidente del Grupo Poético ALDABA recibiendo el premio de este año. Algo más de 90 poemas presentados. Velada muy agradable y recitado por parte de los miembros del Grupo en la presentación del número XV de su revista. Después compartimos unos vinos y un queso casi sobre la celda de Cervantes. 


El poema premiado ha sido: TIEMPOS DISTINTOS:


TIEMPOS DISTINTOS.               



Había un alfar. Una patria dormida. Un elefante de azúcar negra.
Una puerta cerrada en silencio para protegernos de los pasos del aire.
Un velo en la sien a modo de cendal y una hornacina sin santo.
Restos de pan. Restos de noche. Restos de náusea de paquidermo
paseándose por la mirilla de un ombligo elocuente.
Hubo un tiempo en el que el amor no daba abasto.
Y las cosas se escondían en los nombres vulgares
como si no fuese posible soportar tanta ternura. 
Ahora toca el tiempo del dolor. Un tiempo amargo.
Y cosas que se siguen escondiendo en las palabras graves
como si no fuese posible soportar su miedo encontradizo.
Miedo por ti. Miedo por nosotros. Por lo que sigue al diagnóstico
y al hecho de comprender que nada será igual cuando ya sea.
Que cada partícula se volverá sicaria de quien le pague
y hará una guerra sucia en cada molécula dormida, en cada sábana.
Ya sabemos dónde desemboca el desaliento.
Dónde la esperanza coserá sus costuras
por los mares que caben en una pastilla
y las flautas que enmudecen porque nos faltan dedos
para colmar todas sus expectativas.
Y abrazos para aislar la sumisión.
Y adormidera para conciliar un sueño imposible.
Y dosis de pánico que vienen en goteros.
Y ganas de esculpir el odio en las farolas.
Lo nuestro tiene un nombre y un tratamiento protocolario
al que nadie otorga dolor. Ni probabilidades. Ni silencio.
Salvo nuestras miradas cuando cruzan el éter y se chocan.
Aguardaremos su respuesta más allá de la luz soportable. 
Ya no puedo escribir sobre ti, sobre la maldita certeza
que ha venido a reorientar la antena de nuestras prioridades
sin conocer cómo seremos cuando venzas, porque sé que vencerás.
Yo estaré siempre contigo, ya lo sabes -aunque no basta-
para escalar las vértebras del elefante negro.
Todo nacerá después. Y será igual. Y será distinto entre nosotros.

Como nosotros mismos. Como el amor. Como tu pelo.