IGLESIA DE SAN PABLO DE ÚBEDA

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Iglesia de San Pablo (ÚBEDA)

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lunes, 18 de junio de 2012

SEGUNDO PREMIO DE POESÍA DOÑA LUZ



Me acaban de comunicar la concesión del SEGUNDO PREMIO de poesía DOÑA LUZ por el poema

MEMORIAS DE FRAMBUESA.




Cuando se acaba el ósculo se acaba todo:

Los kilómetros dormidos en maletas de carne,

las estatuas de sal, la sal de las estatuas.



Retira el pómulo con desdén altivo

y se avergüenza del ritual,

lo vengo notando de un tiempo a esta parte.



El hijo dormido sueña atardeceres

mientras cae la bruma

por el precipicio de los balcones

como un paisaje absurdo de un cuadro

que alguna vez expusieron en mi subconsciente,

como un rosario infinito de soles que no queman.

Pero su cara es un presente inadvertido

donde se mojan mis labios con nimias adversidades

y no contemplan los tallos que suben

desde debajo de la cama,

y las hojas que verdecen

y trepan por la lámpara desde su cable,

y las raíces que se van desanudando entre las baldosas

y siguen el fototropismo de sus diecisiete años.

Mañana, u otro día, querrá irse,

los hijos se van yendo,

y todos los obstáculos que he ido tejiendo

con albahaca y miel y lisonjas camufladas

a lo largo del pasillo,

serán filas de hormigas enanas

para sus pies insecticidas.

Y las barricadas, hechas con pomelos sonrientes hasta el vestíbulo,

la invitación a una patada

que estrellará mi soledad contra la puerta.

Y sólo vendrá como a un hotel

cuando regrese en vacaciones,

y ya no será él a quien yo bese cuando duerma,

viendo llover atardeceres.

Algún día donaré mis cuitas

a la luz distinta del mediterráneo.

Será octubre y el levante sabrá arroparme con saliva.

La tierra de las playas

izará las estatuas que esconde derretidas

y yo sabré entonces que no quedan

campanas escondidas bajo el talle.

La orilla dibujará un itinerario sinuoso con las olas,

mientras yo, descalza,

con los zapatos incluidos en la bolsa marsupial

que la evolución nos ha negado hasta el presente,

iré restregando mi tristeza por los balnearios.